Ruki está afuera de una casa queriendo tocar un timbre, pero no lo puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un transeúnte (Uruha) y muy amablemente se ofrece:
-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?
-Por favor, ayúdeme a tocar el timbre.
-Con mucho gusto, - le respondió el joven, - y ¿Ahora qué?
Ruki le responde:
-¡¡¡A correr!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario