Amar a alguien a la distancia es simplemente el cataclismo, siendo presa de los celos, la tristeza, la desesperación y la desigualdad en la balanza que no deja nunca contemplar claramente al otro.
Es sin duda, tarde o temprano, incontrolable el deseo de palpar las texturas sedosas de la piel ajena, el aroma de su cuerpo, sus expresiones, el tono de su voz y…
Las palabras llegan a extinguirse en ese deseo contante de declamar infinitamente el deseo involuntario y egoísta por la persona amada, al punto castrante de gritar en llanto, añorando con ello desquebrajar la distancia inconcebible y terrible que verte el dolor y la pena en lo profundo del pecho.
Aun así…
La dicha de amar con todas esas avenencias tacitas procrea el fruto de la dicha del sentimiento.
~*~
No hay comentarios:
Publicar un comentario